Esos dos patos
que van nadando
son mis amigos
en Aranjuez.
Veo reflejos
en agua clara
de muchos árboles
en el otoño.
La luz se mira,
lo miro yo,
y ellos, los patos,
van caminando
sin darse cuenta,
que se han quedado,
los dos muy quietos
en este instante
que dejo aquí
en este blog.
Luz del Olmo